jueves, 17 de abril de 2008

Sermón. El precio y la bendición de volver a la Fuente(Predicación Lunes 14 de Abril 2008, reunión URPAB)




  • Génesis 26. 1-6; 12-33

    INTRODUCCIÓN
    Esta es la historia de la vida. Es la historia de los pastores, la historia de la Iglesia que tiene sed de Dios.
    Es la historia de un hombre que sabía que estaba en la línea de una promesa, y que para el cumplimiento de la misma,su propia vida era importante, pero también no debía olvidar que si estaba donde estaba, era porque otros venían recorriendo el mismo camino antes que él. Una cadena de bendición diseñada por Dios para bendecir el mundo.

  • 1. Pozos cerrados
    Lo primero que encontramos es un cambio, una situación no prevista. El hambre.
    a. El hambre moviliza
    La vida de Isaac parece pasar sin grandes contratiempos. Pero algo movilizó a Isaac. El hambre Nuestro propia búsqueda, no comienza sino cuando comenzamos a sentir hambre de Dios
    Esto mismo nos debe llevar a reflexión cuando nuestros propios hermanos tienen hambre de Dios ¿Con qué estamos alimentando al pueblo de Dios? Isaac no se queda de brazos cruzados, el va por alimento.
    b. Dios los prospera
    En este lugar Dios les prospera. Así es cuando estamos en el lugar correcto en el tiempo correcto.
    No solo en lo económico, sino que el nombre de ellos se hizo poderoso.
    Hablar de Isaac era hablar de un hombre próspero, rico, grande y poderoso
    Pero por sobre todo ello, los pueblos reconocieron que Dios estaba con él.
    c. El hostigamiento
    Que sean reconocidos porque Dios estaba con ellos, no es sinónimo que disfruten de paz. De hecho el hostigamiento comenzó (v.14). Es increíble que en la vida de iglesia es lo mismo, pero al mismo tiempo ¿no es señal que alguien se molesta cuando el hambre por Dios comienza a movilizar a la iglesia?
    Pero el hostigamiento fue más profundo. Los pozos, fueron cegados.
    d. Un intento por apagar la fe
    En esto vemos un intento por hacer morir la fe. De hecho Abraham es el padre de la fe y atacar tanto la obra como la memoria de este patriarca, era una forma de atacar al fe.
    El enemigo lo sabía, si había una forma de deshacerse de este pueblo era atacando la fuente misma de su sustento: Una iglesia cuyos pozos están secos, no tiene agua que ofrecer La fuente de su gracia, el manantial del cual fluye el río de Dios para los sedientos, es un pozo seco.
    Nadie quiere una iglesia así ¿quién quiere una iglesia así?
    e. En busca de la fuente
    Isaac está en la línea de la promesa. El entiende que él tiene un llamado de Dios para hacer algo El podría haberse quedado llorando su nueva condición. Antes el hambre, ahora la sed.
    Pero Isaac no piensa así, él sabe que tiene que hacer algo ¿Y nosotros los pastores que haremos?
    Su propia hambre es hambre de un pueblo, su propia sed, es sed de un pueblo que ministrar. Un pueblo que domingo tras domingo espera una palabra. Un pueblo que espera recibir pan y agua para sustentarse.
    El tiene una Palabra de Dios. No puede huir de ella. El llamado es irrevocable.
  • 2. Abriendo pozos
    Isaac hace lo que muy pocos hombres o mujeres de Dios harían hoy.
    El estaba bien, era rico, era próspero, estaba cómodo. ¿Para qué más? Tenía reconocimiento, era respetado.
    Como muchos consiervos: tenemos una iglesia que ministrar o alumnos a quienes enseñar. Tenemos sustento pastoral o un sueldo que administrar. Tenemos trabajo, gente por la cual orar. Nos aman, nos respetan ¿Para qué más?
    a. Isaac vuelve a la fuente
    En primer lugar Isaac abre los pozos. Una acción que requiere trabajo, que requiere esfuerzo, muchas horas de fatiga. Finalmente el agua comienza a brotar Isaac fue a la fuente y descubrió que las aguas que ahora él podía disfrutar, su padre también las había
    disfrutado años atrás ¡Qué principio descubrimos aquí! Hablamos de nuevas unciones, de una nueva visión ¿Y para qué nos sirve todo eso? ¿Nos es la fuente de todo nuestro Señor Jesucristo?
    Pero Isaac hace algo más. No solo restaura las fuentes de agua, sino que restaura sus nombres.
    Isaac podría haber hecho caso omiso de su propia historia, pero no lo hace. El sabe que tiene una raíz y a través de esta acción, Isaac honra su historia. Honra al que vino antes que él.
    b. Isaac multiplica las fuentes
    Pero Isaac no podía quedarse solo con la historia. El la honra y Dios lo bendice, pero hay un futuro por delante.
    Isaac se multiplicó, se hizo grande y las fuentes originales fueron importantes, pero insuficientes. Esas fuentes originales le permitieron a Isaac establecerse, le permitieron afirmarse, pero había un pueblo que demandaba más, y las fuentes no eran suficientes
    Así también ocurre con la Iglesia. Es importante nuestra historia, pero no podemos vivir de recuerdos.
    Las aguas que alimentaron ayer, nos pueden alimentar hoy también. Pero el pueblo de Dios quiere aguas frescas cada día. Nuestra tarea es abrir pozos de aguas frescas.

c. El precio de abrir nuevos pozos



  • El pozo de la contención

  • - Cuando este pozo fue abierto, aguas vivas brotaron de él. Cuando vamos a la fuente, siempre es así.
    - Pero vinieron los problemas. Alguien reclamó: "Esa agua es nuestra"
    - Así hay muchos, como yo, que pensaba que ciertas "unciones" eran patrimonio de ciertas
    denominaciones. ¿De quién es el patrimonio sino de aquellos que buscan en la fuente?
    El pozo de la enemistad
    - Aún más, un segundo pozo produjo enemistad.
    - Nadie dijo que iba a ser fácil. Celos, enemistad y otros sentimientos afloran cuando las aguas de Dios comienzan a manifestarse. Se critica, se menosprecia. ¿Qué difícil es entender que ir a la fuente produzca enemistad?
    - Estar divididos por odiosas clasificaciones no es problema de Dios, es problema de nosotros, quienes no hemos sabido cultivar el más hermoso de los patrimonios de un hijo de Dios: La unidad.
    El pozo de la anchura
    - Pero había un pozo más. Es como decir, "...sigue cavando, busca la fuente...serás prosperado".
    - Será llamado "lugares espaciosos, amplios". Las estrecheses del ministerio serán cosas del pasado.
    - La fuente trae vida. La iglesia despierta y es bendecida. Y el ministerio pastoral también.
    3. El pozo del pacto
    Pero Dios tenía algo más para Isaac.
    a. Confirma su palabra a su siervo Isaac
    Esa misma noche (26.24) Dios habla de nuevo. Luego de un día de trabajo bajo el sol, Dios confirma su Palabra a su siervo. Así es, ir a la fuente significará trabajo, pero Dios está con nosotros.
    El Señor le recuerda que por amor al pacto que Dios hizo con su padre, él lo haría con él. Es como volver a recordarle "que no solo es por ti..,es por un mundo que quiero bendecir".
    Así obra Dios. Dios honra a quienes le honran y bendice a aquellos que honran los pactos, por históricos que sean. Fuimos llamado al ministerio ¡Honremos nuestro pacto!
    b. Pacta con Isaac
    Dios hace un pacto con Isaac. Levanta un altar (v.25). El resultado trae inmediatamente aún más bendición. En primer lugar sus enemigos vuelven a él. Los que los criticaron, los que los echaron, vuelven temerosos. Lo hacen porque saben que no se están metiendo solo con Isaac, sino que luchar contra él o ponerse en contra de Isaac, es lo mismo que ponerse contra Dios.
    En segundo lugar, Isaac recibe a quienes lo criticaron. Comen juntos ¡Bendita sea la unidad!
    No pasó un día, y los siervos de Isaac llegaron corriendo "¡Hemos hallado agua!" (v.32). El pacto trajo bendición inmediata, la reconciliación trajo abundancia en el acto.
    Y no solo eso. Esta fuente permitió el nacimiento de una ciudad, toda una multitud fue bendecida gracias a un hombre que fue a la fuente.

  • Conclusión

  • Tiene un precio ir a la fuente. Pero una bendición espera por aquellos que tienen hambre y sed de Dios. Todo un pueblo se alimentará y se saciará en las aguas de Dios vivo.
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    Por Iván Tobar
    Pastor Iglesia Bautista Betesda

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